Muchos se preguntaban “¿Por qué tarda tanto la sentencia del juicio a La Manada?” Para mi estaba claro, los magistrados esperaban que bajaran las mareas feministas para poder emitir un veredicto que les permitieran cumplir con las exigencias del nuevo orden de género y a su vez guardar la ropa como hombres de justicia. Al final no consiguieron ni lo uno ni lo otro.
La solución «salomónica» que hallaron fue la de descartar violencia en intimidación es decir violación y al mismo tiempo condenar a la friolera de 9 años por “abuso” a los acusados.
Cual si lo anterior fuese poco tendrán los imputador que pagar un tercio de las costas procesales, se les impone una orden de alejamiento y prohibición de comunicación con la víctima por 15 años (¿a quien le interesaría vincularse con esa chiquilla?), y se les obliga a indemnizarle «conjunta y solidariamente» con 50.000 euros, mientras que deberán pagar 1.531 euros al Servicio Navarro de Salud por la atención sanitaria a la chica y de paso se les retiran derechos civiles y políticos, ajuzgar por la reacción inmediata de las falanges feministas se trata de una bicoca.
https://www.youtube.com/watch?v=w2ojOFiZXAo
El problema es que se trata de una jugarreta legal, a la manada nunca se le acusó de abuso sexual, por tanto sus abogados jamás centraron la defensa en esa carta sacada a última hora de la chistera.
Sólo un magistrado tuvo el valor -si no se trata de un truco para fingir variedad de criterios- de reconocer que lo único que vio en el vídeo de 96 segundos de la presunta violación de ‘La Manada’, era a “una mujer practicando actos sexuales en un ambiente de jolgorio y regocijo” e indicarle a la falsa víctima que no era precisamente “dolor” lo que mostraba en las escenas filmadas en aquel portal de Pamplona y tomaba partido por la inocencia de lo que los que la prensa condenaba a priori con el calificativo de “violadores”, uno de los cuales por cierto fue masturbado por iniciativa de la «violada», según sus defensores para ella no caerse. Se trata del juez Ricardo González, el único que aseguró, en contra de las medias y las camisas pardas feminista que no veía delito. Ya la media del sistema se lo está comiendo vivo, incluso el ministro de Justicia, Rafael Catalá,le ha cuestionado en publico su idoneidad como Juez.
Menos mal que al menos las asociaciones de jueces y fiscales, salieron en defensa del abogado pidiendo la dimisión de Catalá.
Llegará el día en que el magistrado de la tormenta será visto como una suerte de Padre Las Casas, protector de estos “indios” del sur de España que conformaron La Manada, mientras que sus compañero de las cortes serán igualados con los antiguos inquisidores, sin necesidad de leyendas negras de por medio.
Pero si a alguien habría que levantarle un monumento es al abogados que defiende a cuatro miembros de ‘La Manada’, Agustín Martínez, quien no ha tenido miedo de ecarar los medios y que seguirá la batalla contra la injusticia apelando al Tribunal Superior de Navarra sobre la base de la fractura que ha sufrido en la primera instancia del llamado ‘prinicipio acusatorio«.
Y hablando de inquisición, Parece que hasta las feministas escondidas en el armario que les ofrece la Iglesia del Franciscato han dejado la guarida para sumarse a la campaña contra los manaderos.
Se trata de las 16 monjas de la orden de las Carmelitas Descalzas que hacen vida comunitaria en el convento de Hondarribía, en el País Vasco, quienes habrían divulgado el siguiente texto en Facebook:
“Nosotras vivimos en clausura, llevamos un hábito casi hasta los tobillos, no salimos de noche (más que a Urgencias), no vamos a fiestas, no ingerimos alcohol y hemos hecho voto de castidad. Es una opción que no nos hace mejores ni peores que nadie, aunque paradójicamente nos haga más libres y felices que a muchxs. Y porque es una opción LIBRE, defenderemos con todos los medios a nuestro alcance (este es uno) el derecho de todas las mujeres a hacer LIBREMENTE lo contrario sin que sean juzgadas, violadas, amedrentadas, asesinadas o humilladas por ello. HERMANA, YO SÍ TE CREO”
La arbitrariedad es evidente, no se trata de unos chicos sobrios que usaron sexualmente a una chica inconsciente, sino de una pandilla de drogados, ella la primera, que se entregaron, todos de manera voluntaria a una práctica de sexo en grupo.
Y si tener sexo con persona drogada es delito tanto como a la Manada, habría que encarcelar a la que se «folló» a los cinco «con tremenda nota».
Es algo sucio, vulgar e inmoral, como era de esperar de una generación víctima de la nueva educación sexual, y de la mala influencia de los medios, encargados de fomentar entre los jóvenes las nuevas y repulsivas formas de sexualidad, desde el poliamor (eufemismo para nombrar la promiscuidad declarada y aceptada en la pareja, hasta la llamado Gang Bang practica sexual que ha adquirido enorme popularidad entre los jóvenes españoles en la cual una misma mujer mantiene sexo con 3 o más hombres.
Se trata de una práctica asociada con la dominación y la humillación voluntarias como forma de las satisfacer de los implicados fantasías. Nos puede repugnar pero ningún caso se trataba de un delito, aunque casi el cien por ciento de los «influenciadores» españoles de youtube hayan sido persudadidos y quieran convencernos de lo contrario para el caso de los 5 chicos encarcelados durante aquellos San Fermines de Pamplona.
Por lo que cuenta otro miembro de la Manada, no implicado en el proceso, el grupo era muy aficionado a la Gang Bang. El hombre se llama Carlos y según el periódico https://www.elprogreso.es/ el hombre había defendido a sus » sus compinches en un programa televisivo afirmando que lo sucedido en los Sanfermines de 2016 –a los que no acudió– no es violación, que él mismo participó en acciones similares que denomina orgías de cinco contra una y hasta de diez contra una o dos donde la pasado bien y ninguna se ha quejado. De acuerdo al medio Carlos afirma que este tipo de prácticas son «normales» y que » es lo que se lleva ahora». «Podríamos irnos tú y yo –le dice al reportero– a una discoteca y seguro que encontramos a alguna que quiera hacer eso. Si ella admite y quiere no es violación». Nada que deba extrañarnos en un mercado sexual donde el fomentos de la masturbación y la homosexualidad dentre las mujeres, conjugado con la fobia creciente hacia el hombre, obliga a este último a acudira esa especie de poliandria temporal, y asi suplir una mejor oferta sexual.
Lo cierto es que se trata de una práctica de alto riesgo y no solo de transmisión sexual. Lo que nos muestra el caso de la Manada es que tanto fue el cántaro a la fuente hasta que que dieron con una chica lista capaz de optener mmucho mas que placer de la moderna práctica. De si ella también era habitual practicante de esta forma de sexo cuanto a la chica de ella no sabemos nada, a diferencia de la vida sexual previa de los condenados, sobre la cual los medios no dejan de llover.
En la legislación española en caso de agresión sexual, es decir donde se usa la violencia o intimidación, la pena en su tipo básico es de uno a cinco años de cárcel. En cuanto al abuso, la pena es de uno a tres años, claro, si hay penetración la cosa se extiende a 10 años. El problema es que en realidad no hubo abuso sexual.
En cuanto al abuso sexual consiste en atentar contra la libertad o la indemnidad sexual de otra persona, sin consentimiento pero sin violencia o intimidación.
Se considera que no hay consentimiento en el caso de las personas privadas de sentido o de aquellos de cuyo trastorno mental se abuse, así como los que se cometan anulando la voluntad de la víctima mediante el uso de fármacos, drogas u otras sustancias.
También se considera delito de abuso sexual cuando el consentimiento se obtiene valiéndose de una situación de superioridad que limite la libertad de la víctima.
El problema es que este caso todos andaban igual de drogados y en ningún caso la chica pudo demostrar que fuera intimidada, o que no tuviera forma de evadir la supuesta superioridad de sus «abusadores».
Tanta cobardía solo ha servido para envalentonar aún más a las hordas feminazis de España, a las cuales todo les sabe a poco, no les basta con haberle desgraciado para siempre la vida a los pobres andaluces con sus presiones mediáticas y de calle sobre la justicia, sino que pretenden saltarse por tronera la definición del concepto “Violación” para darle orden a los jueces y encasquetárselo a los desgraciados de la Manada.
Así vuelven a la carga las turbas andrófobas ( con más de un “tío” imbecilizado por la propaganda entre ellas), dispuestas a destruir con sus alaridos y sin resistencia, o que queda del estado de derecho español, con sus protestas masivas, como si no hubiera en esa España que se rompe y su población se extingue otra cosa mejor por la que protestar.
Aunque hay que reconocer que el alboroto tiene su lógica con este se lleva la discusión a otro nivel, el del debate intimidación/violación y no al meollo del problema, el que una mujer puede tener sexo con cualquiera y luego demandarle dinero cual una prostituta que solo avisa que lo es después en que se ha convertido hoy la justicia española.
Hablo de un aparato jurídico que desde los Sanfermines en Pamplona de 2016 viene machacando a cinco hijos del pueblo por el único crimen de ser guarros guarros y promiscuos, mientras dejaba escapar a quien en ese mismo período se entregaba de manera pública y con dinero del estado a romperle un pedazo a patria, Carles Puigdemont, a ver si la justicia Alemana hace con el lo que no se atrevió a hacer la hispana, demasiado ocupada en casos como el de la Manada.
Y ahora desde su exilio ese mismo Puigdemont, de debería estar preso por traición, se coloca del mismos lado que las turbas histéricas que piden condena por violación. No hace falta explicar que en este caso el mismo que los cría los junta, y no ha sido precisamente Dios.
Carta de Antonio Manuel Escudero: una víctima de la presunta víctima a la presunta víctima de la Manada, publicada en La Tribuna de Cartagena:
Antonio Manuel Escudero
¿Acláranos si entraste a la fuerza o a fumarte un porro?¿Cómo podemos justificar la masturbación que protagonizas en el video? ¿De verdad alguien se creerá que cuando tienes el pene en la mano fue porque te tropezaste y te agarraste para no caerte?
Tras 22 meses en prisión y todo lo acontecido, he decidido romper mi silencio.
Soy Antonio Manuel, un miembro de la ya conocida «Manada”.
Hemos salido en todos los programas habidos y por haber, excepto quizá en el más idóneo para nuestro caso: Cuarto Milenio, dado los fenómenos paranormales que hemos vivido a lo largo del procedimiento.
Todo comenzó con la burundanga, que por no dejar rastro no lo dejó ni en las diligencias, la violación grupal con penetración vaginal y anal que no provocó ningún tipo de lesión o la extraña agresión sexual en la que la «víctima» junto a los “violadores” buscan un hotel, lo graban y no conforme con eso, presentan la grabación como prueba de cargo.
Con el transcurso de los meses llegó el tan ansiado juicio y con él los primeros problemas: -» No es no» pero ahora resulta que la chica dice que ella en ningún momento dice que no. Bueno, pues se cambia el eslogan y no pasa nada: «Si no digo que sí es que no». Solucionado. – “Yo sí te creo hermana”.
Pero una duda,
¿Acláranos si eran 4 o 5?
¿Acláranos si entraste a la fuerza o a fumarte un porro?
¿Si estás incomoda, porque te besas con uno en el portal?
¿Cómo podemos justificar la masturbación que protagonizas en el video?
¿De verdad alguien se creerá que cuando tienes el pene en la mano fue porque te tropezaste y te agarraste para no caerte?
Es grotesco, yo no lo veo creíble.
Pamplona y Navarra se presentan como acusación popular, porque no piensan tolerar ninguna agresión a mujeres en su comunidad (excepto en la agresión a dos mujeres de Guardias Civiles en Alsasua, ese tipo de mujeres no cuentan, en este caso se manifiestan a favor).
Tras cinco meses de deliberación, llegó la sentencia y como si del discurso navideño del Rey se tratase, lo retrasmiten todas las cadenas, en directo y resulta que para el asombro de toda España los tres magistrados absuelven de la agresión sexual.
La muchedumbre que ya tenía organizadas las manifestaciones y preparadas las pancartas, toma las calles y se pregunta: – ¿Pero es que ninguno de los magistrados ve la televisión? – ¿Pero es que ninguno tiene redes sociales? -¿Pero es que ninguno ha leído los artículos del periódico “El Español”? -¿Qué han podido ver para no condenarlos?
Pues han visto un juicio y un sumario, cosa que la inmensa mayoría de la gente no. A todas estas personas les puedo garantizar que, al menos uno de los tres magistrados, le importa bastante poco lo que se diga en la televisión y en las redes sociales. Ellos son jueces y su misión es impartir justicia, no cazar brujas.
Llegó la resaca, y España leyó el voto particular y resulta que la historia no es como contaban.
Este juez al que todo el mundo critica (menos la gente del mundo de la judicatura) es un magistrado de la Audiencia Provincial, no es Elisa Beni, Lucia Exteberria o Joaquín Prat. Es una persona seria, profesional y que sabe de lo que habla. Los que no querían legislar en caliente porque Ana Julia Quezada y «El chicle» (que dice que en 7 años estará fuera) merecen una segunda oportunidad, son los mismos que piden la guillotina para “La Manada”.
En referencia a la última polémica de la difusión de imágenes y datos de la denunciante, ya hubo un auto en el que la Audiencia Provincial prohibía expresamente decir mi nombre y mostrar fotos mías. Sin embargo, muchos tienen en el móvil una foto mía que dice » Este Guardia Civil, Manuel Guerrero Escudero, ha pedido que no se difunda su cara ni su nombre no vaya ser que su vida se joda igual que la de la chica a la que violó en San Fermín».
No se debe escupir para arriba, porque todo cae.
Le habéis hecho un flaco favor a la denunciante que ahora está sufriendo lo que tuvimos que sufrir nosotros.
No soy ningún violador, ni abusador, ni odio a las mujeres y no escupo fuego por la boca.
Mañana le puede pasar a tu hermano, a tu padre, a tu hijo o a ti mismo y ese día os arrepentiréis de haber apoyado el #yositecreo.
Dar las gracias a todas las personas que nos apoyan, en especial a la gente de forocoches y burbuja.info que no se dejan llevar por el rebaño.
También dar las gracias a La Tribuna de Cartagena porque sin habernos defendido en ningún momento, incluso habiéndose referido a nosotros con calificativos muy duros que por supuesto no comparto, ha sido el único medio que no se ha dejado llevar por el sensacionalismo y ha juzgado los hechos conforme a lo que dice la sentencia, al voto particular de uno de los magistrados y a su propia valoración libre e independiente tras haber visionado los vídeos.
Ahora escribirán artículos y comentarios sobre esta carta criticándola para conseguir el aplauso fácil.
Aún confío en la justicia y en su independencia.