Como buen amante de la naturaleza en particular la cubana, no he podido dejar de disfrutar estéticamente, pero sin pasar por alto el sutil mensaje ideológico que encierra, del documental “Cuba – Aires de cambio en un rincón natural intacto”. De lo que se trata es de usar la ecología como sebo para atraer turismo a la isla, colocar a su gobierno en las altura de la protección del medio ambiente y de alguna envenenar la idea de lo ventajoso que sería para la isla el incremento del turismo procedente de Estados Unidos.
Se trata de un reportaje realizado por Jérôme Julienne y John Jackson que ha sido colgado por la Deutsche Welle (DW) en su canal de Youtube el Publicado el 24 octubre. 2018. Sus creadores parecen tener cierta experiencia en trabajos relacionados con la naturaleza cubana, pues ya lidiaron con ella en la película de 2010: Cuba, Keepers of the Mangrove
Recomiendo ver esta nueva entrega recomiendo por las cosas bellas de mi isla que en ella se muestran, pero alerto, so pena de aguar la fiesta sobre lo que omite, sobre lo que se nos escapa a simple vista.
El material, con independencia de sus realizadores, no deja de comprometer desde el punto de vista editorial a sus difusores, en este caso una emisora internacional de Alemania. Según su propio sitio DW tiene la tarea no solo transmitir una imagen completa de su país, sino también de informar de eventos en otras latitudes desde una perspectiva alemana y a su vez periodísticamente independiente. No tales objetivos se hayan conseguido por esta vez, salvo que eso que se llama Perspectiva alemana implique graves lagunas de memoria.
Tampoco me parece que la película logre promover el entendimiento entre culturas y pueblos, lo que también es parte de sus intenciones, esto es imposible cuando se ofrece una información sesgada en favor más de las políticas de los estados que de las naciones que estos dominan. En este caso cuando no se aborda con objetividad el total de dificultades con las que se enfrentan, empleados o no por el gobierno, aquellos que trabajan por la ecología cubana, pensemos por ejemplo el sonado caso del Dr en Ciencias Biológicas Ariel Ruiz Urquiola por la Universidad de la Habana quien ha sido gestor de varios proyectos de investigación sobre la biodiversidad cubana, principalmente referidos a especies marinas y terrestres. Y no se trata de un desconocido a nivel internacional, su labor ha sido avalada por instituciones alemanas, en tanto que dirigió un proyecto de investigación internacional entre la Universidad de la Habana, el Museo de Historia Natural de Berlín y la Universidad Humboldt sobre el origen y poblamiento de la Sierra de los Órganos, en Pinar del Río, la zona más antigua de Cuba. Desgraciadamente Ruiz Urquiola terminó siendo expulsado por el Centro de Investigaciones Marinas (CIM) de la Universidad de La Habana alegando supuestas faltas de respeto hacia la directiva. En realidad todo se debió a las verdades contadas por el científico sobre recursos pesqueros cubanos.
Posteriormente el científico logró la concesión en usufructo de una finca en el valle de Viñales de Pinar del Río -declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad-, donde inició un proyecto medioambiental con su familia y amistades para preservar las especies locales y desarrollar proyectos agrícolas sostenibles. Labor afectada por el acoso policial que terminó con el encarcelamiento del investigador disidente el pasado 8 de mayo, El caso es que el doctor en Ciencias Biológicas fue condenado a un año de cárcel por «desacato» pero eso no parece relevante para los realizadores del documental, transmitido por la DW. Y eso que según su propia página del canal tiene tienen el mandato legal de transmitir través de la televisión, radio e internet una información detallada y confiable. No creo que este fuera el caso, al emitirse un material que sólo se enfoca el trabajo positivo del Estado Cubano, pasando por alto lo problemas que afrentan activistas como Ariel Ruiz Urquiola como consecuentes como los daños ecológicos generado por los experimentos e irresponsabilidades del capitalismo centralizado cubano, los realizadores de “Cuba – Aires de cambio», no solo manipula a su receptor, sino se convierte en una suerte de propagandista del sistema en el mismo estilo en que lo harías los comisarios ideológicos de la antigua Alemania comunista.
El video sin venir a colación se coloca un video de un Fidel Castro, pero no del que tronaba en los años sesenta contra la agresión imperialista, sino del que se queja del fin del subsidio proveniente del aquel mundo socialista del que participaba la RDA y que comenzó a des merengarse con las revoluciones iniciadas desde arriba con la perestroika gorbachoviana iniciada en la segunda mitad de la década de los ochenta. Pero de eso no se percata la audiencia por el justo corte que hace el editor al discurso, teatral e impresionante como nunca lo fue el de un burócrata comunista, pero si de un líder nacionalista y socialista (las dos ideologías de las que, liberadas de antijudaísmo al uso, se nutre el castrismo) como Hitler. Tal vez sea por eso por lo que a los alemanes, de uno y otro lado del muro nunca les cayó mal Fidel Castro.
El video es acompañado de un texto “explicativo”, que muy a tono con las filosofías maltusianas anti-crecimiento, asegura que si en Cuba existe un verdadero tesoro natural ha sido gracias a décadas de embargo estadounidense y aislamiento político, sumadas a la ausencia de industria pesada y productos químicos en la agricultura. Baya afortunados que somos los cubanos, mas si se nos comparta con países industrializados y ricos como Suecia cuya naturaleza simple vista se nota mejor cuidada que la nuestra.
También se asegura que los bosques, ríos y manglares de la isla caribeña son hoy paraísos naturales únicos. Parece que el redactor se habrá dado algún buche de las aguas “medicinales” del río Almendares que atraviesa el bosque de La Habana, o quizás del Quibú en el barrio residencial de Siboney. Los efectos neurológicos de tales aguas no dejan lugar a dudas tras leer esta nota.
Quizás esto también explique el peligro que ven los redactores del escrito, Yanquefobos como todos los que sufrieron vergonzantemente la ocupación anglo-norteamericana tras la segunda guerra mundial en Europa, o como los quebequenses canadienses que prefirieron ser súbditos de la corona inglesa antes de sumarse el esfuerzo revolucionario de las 13 colonias, este segundo caso, sospecho es el de los documentalistas.
El problema es que este paraíso cubano disfrutados por miles de europeos y canadienses de hace décadas, sin que nadie se quejara, podría ser puesto en peligro con la presunta llegada del turismo estadounidenses documentalistas, el Ministerio de Medio Ambiente de Cuba se enfrentarían al enorme desafío de tener que registrar las especies amenazadas en bosques y manglares, y delinear áreas vitales de reproducción de especies, antes de la llegada de una avalancha de turistas, que según los apocalípticos e integrados de la DW destruiría la biodiversidad de Cuba. De lo que ha hecho contra esa misma diversidad el estado cubano antes de asociarse con el capitalismo europeo, no se dice una sola palabra.
Si hay cierta crítica a los hoteles en poder del estado que fueron construidos cerca de la costa y para demostrarnos como se corrige el error nos muestran la voladura de un hotel «estatal» cuyo nombre no se aclara como parte de la protección de las «dunas» cubanas, la edificación recuerda la arquitectura y los colores del hotel La Herradura en Varadero, pero bien podría ser otro de similar diseño. En realidad, esto resulta contradictorio en un país incapaz de solucionar los problemas de vivienda, lo menos que podía hacerse con el edificio evidentemente abandonado por el estado era convertirlo en residencia de eso cubanos que viven acinados en cual cualquier ciudad. Parece la reincidencia en el despilfarro de recursos del que hemos sido testigos cuando el estado le dio por demoler las pescaderías que el mismo había construido, quizás por su incapacidad de mantenerlas surtidas.
El caso más triste de todos estos es el de esa magnifica pieza que fue el Hotel Internacional de Varadero, enclavado en la arena, del mismo modo en que lo están los hoteles de Isla Marcos en la península de la Florida, sin que ella deje de ser un auténtico Paraíso natural, donde se pasean aves y delfines entre los turistas como si fueran sus mejores amigos. Abierto en época no tan lejana como 1950, el hotel vio sus puertas cerrar el 12 de enero de 2015. Naturalmente el documental no nos dice una palabra de este Hotel, uno de los emblemas del turismo antes y después de una revolución que si ya no lo quería para el turismo también podía haberse entregado a la población, más cuando durante décadas sus arenas se han mantenido intactas. Menos mal que al menos nos queda el recuerdo de sus estertores en el video que publica un buen youtubero, bajo el título de «Exploración urbana de DaaDeeOh».
Todo un testimonio para la historia sobre el despilfarro y los atentados contra la arquitectura cubana heredada de los tiempos republicanos, la noticias de que no muy lejos de donde se comenzó a demoler el Hotel Internacional de Varadero comenzó la edificación de un hotel 5 cinco estrellan que llevará el mismo nombre y será regentado por la cadena española Meliá en conjunto con la cubana Gran Caribe.
De que pensar sobre si tales demoliciones de edificaciones antaño nacionalizadas por el estado no solo atentan contra el uso eficiente de la propiedad social, sino que además intentan evitar la competencia que significarían la recuperación de dichos inmuebles por sus dueños originales en un retorno a las políticas de cercanía Estados Unidos- Cuba como las que se observaron bajo Obama.
De cualquier modo, el documental «ecologista» aplaude las explosiones mientras se le escapa la imagen de un pajarito en su nido sobre el que llueve en nada saludable polvo del edificio demolido. Gajes del oficio del propagandista cuando se le escapa el gusto artístico.
Supongo que amén de estos intereses comerciales, de la política común europea encaminada a normalizar el estado de cosas en Cuba y a pesar de las declaraciones que hace la emisora alemana asegurando su compromiso quienes en los estados autoritarios se comprometen por la democracia, las libertades civiles y el progreso etc. etc. etc., el video encuentre un receptor ideal en los miles de espectadores socialistas autoritarios que pululan por el mundo, el mundo, amantes en general del turismo revolucionario para que el asunto ecológico que nos vende el documental podría servir como acicate adicional además del que significa el recorrido por las rutas de Guevara el argentino o visitar la piedra donde se guardan los restos de Fidel.
El material tiene que gustar en particular los nostálgicos que quedan en la propia Alemania tan bien retratados más que por los personajes por la mirada al pasado que nos ofrece la película de 2003 Good Bay Lenin, es decir aquellos para los que todo tiempo pasado fue mejor y que un día militaron conscientemente en las filas de la Juventud Libre Alemana (FDJ), del alemán Freie Deutsche Jugend.
Me refiero a los que se entregaron de lleno a la ideología de aquella organización como la madre del personaje Alex en la película God Bay, no a los que seguramente lo habrán hecho de manera oportunista, como es el caso de la Primera Ministra Angela Dorothea Kasner de Merkel, cuyo padre, el teólogo protestante Horst Kasner, pese a su progresismo, algo debió inculcar en el desayuno contra el materialismo dialectico, salvo que no fuera otra cosa que un infiltrado dentro de los religiosos cumpliendo tareas del partido, algo que no nos extrañaría si tomamos en cuenta sus periplos narrados por la propia DW en un obituario publicado en su página con motivo del fallecimiento de pastor, el vienes 9 de febrero del 2011.
Resulta que en 1954, mientras los alemanes escapaban al este, Herr Horst Kasner tomó el camino contrario e emigrando con su familia, cuando su hija era un bebé de semanas, desde Hamburgo hasta una pequeña localidad en el Estado de Brandeburgo, con la tarea de paliar la falta de párrocos en la zona asignada por los aliados a los soviéticos, donde en 1949 había nacido la república democrática alemana (RDA), Kasner un berlinés que había dejado ciudad para estudiar teología creía en la posibilidad de establecer una “iglesia dentro del socialismo” y apoyó la política religiosa de la RDA, en Cuba, sobre todo entre los evangélicos, hemos tenido muchos pastores así. Desde 1958 Kasner formó el llamado “Grupo de Trabajo Weissensee”, una iniciativa eclesiástica que surgía como contrapartida a las corrientes conservadoras dentro de la institución. De acuerdo al artículo Una canciller made in RDA, publicado el 15/5/2013 por Richard Herzinger en other-news.info, Horst Kasner, pertenecía al círculo de teólogos con el que el Gobierno de la RDA, controlado por la Unión Soviética, llevaba a cabo su política de Iglesias. Por aquella época un grupo de teólogos que veían en el socialismo una verdadera alternativa al capitalismo occidental fundaron en Praga la llamada Conferencia de Paz Cristiana (CFK). Kasner no solo participó en la CFK, sino también en el llamado Círculo de Trabajo del Weißensee, cuyo director, Hanfried Müller, otro hombre de la CFK, contaba con excelentes contactos en el Politburó del Partido Socialista Unificado de Alemania (SED).
Cuando en 1961, en el punto álgido de la Guerra Fría, la Conferencia del Este de las Iglesias Evangélicas de la RDA declaró, con la conformidad de la Iglesia Evangélica en Alemania, que los cristianos no podían acatar las exigencias absolutas de una ideología, el Círculo de Trabajo del Weißensee formuló una posición opuesta. Sus “Siete proposiciones sobre la libertad de la Iglesia para servir” elevaron la colaboración con el “poder del Estado antifascista” a deber cristiano. Se puede considerar que las “siete proposiciones” son el núcleo ideológico de la idea de “Iglesia en el socialismo”. Al respaldar estas proposiciones, Kasner se situaba a la izquierda del protestantismo: el régimen lo consideraba un “progresista”, la prensa lo llamaba “Kasner, el rojo” y otros lo tildaban de conformista.
En 1989 cuando cae el Muro de Berlín, el pastor estaba tan adaptado al sistema que era más Honeckeriano que Erich Honecker, al punto que se opuso a la reunificación.
Ya desmoronada la RDA, como ocurre con esos hoteles que se tumban en Cuba en nombre de las arenas y los animalitos, Kasner continuó defendiendo causas «sociales» como por ejemplo la lucha contra la construcción de una planta para la producción en masa de carne de cerdo, supongo que la comunidades judías y musulmanas le darían un premio.
Estoy seguro de que con esta trayectoria el padre de la Primera Ministra alemana se habría encantado con un documental entre publicitario y ecologista como el de la Deutsche Welle nos ha regalado, lástima que falleciera antes de su lanzamiento.
Se esto es así con un teólogo de la RDA que no sucederá en las mentes de los miles de miembros que aún puedan quedar de la Juventud Libre Alemana, tan libre como democrática era la RDA. Recordemos que se trata de una organización estalinista fundada en 1936, sobreviviente no solo a la traición de Stalin al aliarse con la Alemania nazi en los inicios de la segunda guerra mundial, sino incluso a su disolución formal en 1990, como demuestra su sitio en internet con artículos actualizados por lo menos hasta el año pasado. Esto nos demuestra cómo se mantienen viva en Alemania la ideología marxista-leninismo, la misma que subyace, aunque de manera encubierta en materiales audiovisuales, tan bonitos en interesantes (lo cortés no quita lo valiente) como este que nos ocupa.
Por eso les he dejado debajo un comentario al principio irónico que seguramente, como una modesta contribución al despertar al menos al sector menos ingenuo de una audiencia embobecida por el documental como se muestran en los comentarios dejados por los navegantes, aquí se los reproduzco antes de que desaparezca.
Gracias a los antiguos compañeros jóvenes comunistas de la República Democrática Alemana hoy infiltrados en DW por este bello programa, pero hay que reconocer también la RDA era un paraíso social y natural a pesar del acoso de los revanchistas e imperialistas de la OTAN: Gloria a sus honorables presidentes; Wilhelm Pieck, Johannes Dieckmann, Walter Ulbricht, Friedrich Ebert, Willi Stoph, Egon Krenz, y sobre todo a su predecesor muerto en el exilio chileno a pesar de haber sido el inolvidable amigo de la Revolución cubana Erich Honecker. Hablando en serio, que pena que los cubanos, reducido y envejecidos poblacionalmente y para colmo convertidos en aves migratorias por culpa del sistema, no sean tratados tan bien como el resto de los animales que vemos en el video. Qué manera de hacer propaganda a los restos del comunismo que quedan en el mundo, desde un país que tanto lo había sufrido: Alemania en su zona oriental.