Archivo | agosto, 2019

Los peligros de la desmemoria: nostálgia del comunismo

31 Ago

 

Conocí la antigua URSS, tanto en tiempo de mi infancia, como de mi temprana juventud; fueron de los momentos más bellos de vida, quizás por las vivencias, por la ilusión que se despertaba, por el futuro maravilloso que entonces yo creía, vendría sobre la base de las imperfecciones palpables de la construcción de aquel socialismo “desarrollado”, pero que en cierto sentido se me antojaban menores que las que se veían cotidianamente en Cuba.

Sin embargo, creo, que ni la visión epidérmica del hijo de un diplomático que estudiaba en la escuela 110 de Moscú, ni siquiera, años que después pudo tener como estudiante extranjero, becado en la Universidad Lomonósov; deberían ser el criterio supremo para valorar aquella sociedad; incluso, tampoco lo sería la de uno ciudadanos rusos de la tercera edad que me he encontrado en Suecia, asegurando que en el comunismo se vivía mejor que hoy. Tal vez pertenecieron a los sectores privilegiados de la URSS o a los que han sido empujados al de los menos favorecidos de la Rusia actual.

Siempre he pensado que aquel que gozaba del salchichón y la mantequilla asegurada por el estalinismo en los años treinta, poco o nada tenía que decir sobre el palo que medía las costillas del represaliado en el gulag, y lo mismo con respecto al buen hombre soviético que en los sesenta o setenta,  podía darse el lujo de pasar los fines de semana en una “dacha” (casa de campo), mientras que miles de conciudadanos, incluidos profesionales de alto rango, vivían hacinados con familias extrañas en un mismo apartamento en el corazón de la capital soviética, esto por no hablar de los que estaban peor aún, dando a parar con sus huesos a la celda de un hospital psiquiátrico dónde curarle la enfermedad mental del disenso.

La tierna mente del escolar sencillo o la febril del estudiante universitario podrían confundirse, más cuando nos rodeaban los espejismos creados en una isla, cuya  sociedad por aquellos tiempos sufría un auténtico socialismo de cuartel -el término lo encontré en un libro soviético de crítica a la China de Mao-, como lo fue el soviético en buen grado, hasta que llegó el deshielo Kruchoviano, el vaciado de los campos de concentración y con éste la implementación de cierto grado de cálculo económico en la administración empresarial.

Así, con cierto estímulo material, eran superado los mecanismos compulsivos o moralizante para el trabajo que tanto preconizaba el nada bien visto allí, del Che Guevara; métodos a los que Fidel Castro nunca renunció, sobre todo, desde que lanzó su campaña de “Rectificación (ratificación la llamaba el pueblo) de errores” en 1986.

Por eso, he completado la imagen sensorial , que me creo aquella URSS y especialmente su industria cultural – de la que también fui un buen consumidor-  con estudios y lecturas de fuentes varias, que me persuadieron de que aquello tenía que cambiar, y no precisamente porque se estuviera en camino hacia una sociedad ideal, sino todo lo contrario, porque lo que allí había era precisamente el freno hacia el “buen vivir“, como sería, en teoría el socialismo del siglo XXI que en la variante defendida por Rafael Correa casi treinta años después.

Claro, entonces nadie avizoraba para ese tiempo que el entonces presidente ecuatoriano terminaría convertido en entrevistador del Canal Rusia y mucho menos que sería demandado por el procurador de su país, bajo acusación de haber realizado soborno entre los 2012 y 2016, pero esta, es la historia de otro socialismo fracasado.

Un indicio claro de lo que digo fue el entusiasmo popular despertado por la perestroika desatada por Mijaíl Gorbachov ha mediado de los ochentas, y la pasividad con que la ciudadanía de aquel imperio multinacional aceptó sin rechistar, la disolución de la URSS por Boris Yeltsin a principios de los noventa.

Ha pasado mucho tiempo desde entonces y frente a los males del presente se ha reactivado la nostalgia del pasado entre muchos habitantes de la Federación Rusa y otros países de la Europa Oriental. Se trata de una suerte de olvido colectivo, que entierra en el imaginario lo peor de aquella época, para dejar en pie cosas positivas, o aparentemente, tales, como podían ser la sana camaradería escolar de los llamados “aktiabriatas” (octubristas) y pioneros, los bajos precios, la relativa buena calidad y resistencia de algunos productos (no tanto de sus diseños y ergonomías) o los apartamentos gratuitos que recibía la ciudadanía.

Frente a esta amnesia, resulta muy útil el video publicado el 26 mayo de 2015, en el canal ruso de YouTube # Defensa Civil, bajo el título de: La verdad sobre la URSS: el paraíso en la tierra o el imperio del mal. El interesante documental fue transmitido originalmente en Canal de ICTV. Aquí vemos las dos caras de la moneda, la de los que sueñan con el retorno de la vida soviética, retratada con material del archivo y la de los que recuerdan que las cosas no eran tan paradisíacas como se ven en los viejos noticieros y películas soviéticas de propaganda.

Sí, había apartamentos gratis, pero la cola era inmensa y para algunas parejas solo la muerte de los padres era la solución para vivir solos en su propio apartamento. Allí la gente más que comprar “obtenía” (eufemismo para denominar el robo al estado) lo que necesitaba. Esto generaba un mercado negro que sobrevivía a pesar de la feroz persecución. Allí se conseguían las mercancías que escaseaban en el mercado estatal, ciertamente algunos soviéticos podían salir del país, pero solo si la KGB lo permitía, no hablemos de la represión abierta de la disidencia, o de las escaseces que campeaba por su respeto fuera de Moscú. El país se atrasaba desde el punto de vista tecnológico lo que creaba una fuerte dependencia de Rusia de países occidentales y con el trabajo desestimulado, aunque no tanto como en Cuba.

El país contaba con un salario promedio de 120 rublos, según el cambio oficial,  un rublo soviético equivalía a unos 1,5 dólares estadounidenses , eso sí, no podía cambiarse por su presunto valor en oro, en otras palabras, no servía como medio de cambio universal, que lo definiría la función real del dinero, según dictaban nuestros manuales de Economía Política marxista, dejando claro que la verdadera tarea del dinero es el control del estado sobre quien lo gana, algo que por cierto, no exclusivo del mal llamado comunismo.

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Se trata de males a los que no fuimos ajenos los cubanos desde que la revolución en nombre del socialismo comenzó a copiar el modelo soviético, agrandando los males propios heredados de nuestro capitalismo subdesarrollado. Esta caldosa resultó fatal para el progreso de la isla, y aún hoy no se ve en el horizonte cura cercana para tan terrible empacho.

Mirar atrás nunca es bueno, sin embargo, ya se adivina, tras la experiencia de nuestros hermanos de la Europa ex comunista, y muchos compatriotas en la diáspora que esto es lo harán muchos cubanos del futuro que han quedado en la patria. El espejo lo tenemos en más de uno (o una) de los emigrados a la lejana Europa, e incluso entre los que conviven mezclados con el exilio cubano en los Estados Unidos, que añora y defiende al castrismo, aun cuando encuentre un motivo para no volver atrás.

Ejemplo de ello lo tuvimos no hace tanto en los muchos inmigrantes económicos en Miami, que llamaban para dar apoyo y contrarrestar las voces de los exiliados, al extinto programa radial “La Tarde se mueve”, cuya tarea fundamental era a todas luces mantener o crear, basándose en los olvidos, la buena imagen del comunismo cubano. El espacio lo conducía, Edmundo García, quien más que como periodista, se comportaba como el agitador de las aguas estancadas de la conciencia comunista entre sus oyentes. Para ello se escudaba en un discurso entre lo izquierdista, nacionalista y cristiano que, a juzgar por la reacción de una buena parte de su audiencia, sin duda alguna, daba buenos resultados.

Eso no impidió que el programa muriera, incluido el canto de cisne que fue su último reducto en Internet. Pese a su amplia audiencia entre los nostálgicos del comunismo en Miami, La Tarde se mueve, enmudeció, sus archivos sonoros desaparecieron y alguien ordenó la repatriación real (no solo legal) de su conductor a Cuba. Estando allí, supuestamente en el sitio más seguro para el máximo vocero del raulismo en USA, fue que nada ni nadie pudo impedir el asesinato moral del infortunado conductor radial. El autor material de la ejecución fue el youtubero y también agitador, pero línea anticastrista Alex Otaola, el látigo en las redes de los desmemoriados del comunismo, convertido por mérito propio en la horma del zapato de lo que un día representó Edmundo García.

Otaola, inmune a los buenos recuerdos del pasado ha creado un popular programa en las redes sociales, supera a Radio Martí, en su papel inmunizador de sus seguidores, contra el germen de la nostalgia comunista.

Lo más triste es que ninguno de los antiguos oyentes, amigos y colaboradores radiales de García haya alzado la voz para protestar por el modo artero en que acabaron con el “comprometido periodista”. Y eso que su aniquilamiento, fue a todas luces un golpe bajo, la difusión de las imágenes y sonido del “SEXTING” (sexo vía internet) que sostenía con una misteriosa dama,  afamado copresentador de La Gran Escena; QUIEN TE HA VISTO, QUIEN TE VE. El material, por cierto, ha dado lugar a más de un gracioso meme en la red.

Evidentemente, el que a hierro mata a hierro muere. Durante años García se dio gusto aireando en el éter de Miami y en internet los trapos sucios, políticos o personales, de la oposición cubana. Otaola, si bien trasgrediendo las reglas éticas del periodismo acabó con él, dándole su propia medicina en una suerte de venganza kármica.

Otro caso de nostalgia es del youtubero e influenciador castrista, Roberto García Cabrejas radicado en los Ángeles, Estados Unidos que se hace llamar indistintamente  El León de Oriente o “El invicto”, apodo este último que toma prestado del también fallecido (como La Tarde se mueve) Fidel Castro. Curiosamente no le faltan seguidores, quizás muchos por masoquismo al canal del personaje. Sin embargo, he de reconocerse que la suya, es una de las pocas voces del añoro-comunismo cubano en Estados Unidos, que se ha alzado para condenar desde las redes la “cama” (nunca mejor dicho) que le hicieron al infortunado Edmundo García.

Esperemos, por su bien, que no termine el mismo sufriendo otra otaolada. Resulta que Alex se ha convertido en todo un especialista en este tipo de infidencias, sin perdonar, ni si quiera a quien un día le ayudó laboralmente. Es lo que se escucha en su última trastada, donde revela la intimidad sonora de un productor cubano de la cadena Univisión, quien en su puesto de trabajo intentaba cobrar su derecho de pernada a una candidata laboral, para colmo lesbiana. Sabrá Dios, si son esos métodos poco ortodoxos de Otaola los que mantiene a raya a todos aquellos compañeros que dejaron a Edmundo García en la estacada. Si alguno de ellos está libre de pecados, pues que le tire la primera piedra al programa de Otaola, a ver qué pasa.

En cualquier caso, evidentemente se trata de un mecanismo de defensa psicológica que nace de enfrentar en carne propia a los males sociales asociados a la democracia capitalista, lo mismo en su versión desgastada norteamericana que lastrada por otros vicios los mismo en Rusia que en América Latina. Males que en raras ocasiones superan los del capitalismo de estado llamado “Socialismo real” de ahí la infinidad de casos de retorno definitivo entre aquellos que se van de la isla en busca de un futuro mejor, cada ser humano tiene su destino.

En mi opinión, aunque es importante aprender de la historia real y sobre todo acércanos a ella con objetividad, la mirada de los pueblos debe ser siempre al futuro, hacia una utopía que nos libere de todas las desgracias, las del pasado y las del presente.

 

 

 

Arde México bajo el embate feminista

17 Ago

La animalización de la mujer esto es lo que denota el tremendo vandalismo desatado por las feministas mexicanas en su marcha fascista contra Ciudad México, eso es lo que ampara el lopezobradorismo contra su propia patria, mientras usa la fuerza sin que le tiemble el pulso contra los pacíficos caminantes que intentan ingresar a los Estados Unidos.

La cosa esa en candela desde e que el lunes pasad 300 mujeres se movilizaron para para exigir justicia por los tres presuntos casos de violación aireados en la prensa. Uno de ellos  trata de una menor de edad, que supuestamente habría sido agredida por parte de agentes de policía de Ciudad de México. La denuncia ha resultado controversial a partir unos videos que desmienten la versión de la chica, pero eso no importa.

 

 

Todo viene muy bién a propósito del decretazo del tribunal supremo autorizando el feticidio en casos de presuntas violaciones.

Al socorrido tema de la violación sirvió de consigna y bajo la etiqueta de #NoNosCuidanNosViolan, las feminazis mexicanas probaron su fuerza el lunes
con una demostración que terminó en la sede de la fiscalía capitalina, donde las manifestantes rompieron un vidrio, realizaron pintadas y arrojaron purpurina rosa sobre el titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Jesús Orta, cuando el pobre hombre quiso dialogar con las demostrantes y por lo visto no pasó nada.

No se reprimió y según el Instituto de la mujer esa fue la mejor respuesta del gobierno, según la titular de la Secretaría de la mujer quien no hace otra cosa que invita al diálogo con las camorristas.

Envalentonada las belicosas feministas feministas mexicanas volvieron a la carga este viernes. Su concentración, se inició en la emblemática Glorieta de Insurgentes, a eso de las 18:30, donde las nuevas insurgentes urbanas leyeron manifiestos, mostraron pancartas y danzaron en un círculo en contra de la famosa «violencia machista».

Pero esto les supo a poco, solo les sirvió para calentarse la sangre y fueron por más, mostrando al mundo de que se trata cuando se habla de la silenciada e invisibilizada violencia hembrista y así se salieron de la plaza y bajo el grito guerrero de «abajo el patriarcado que va a caer, arremetieron contra los cristales de la estación de transporte público, destrozaron máquinas expendedoras de billetes de metro y los carteles publicitarios, prendieron hogueras con sujetadores y pintaron estatuas rompieron cristales y pasaron abiertamente a la violencia sexista contra los hombres que por allí andaban incluso para apoyarlas en particular los periodistas que cubrían la «manifestación pacífica».

Posteriormente, una parte de la concentración se dirigió a una estación de policía, donde lanzaron objetos incandescentes, generando enfrentamientos verbales con los agentes, y prohibieron el paso de los bomberos que llegaron para sofocar las llamas.

Cuando algunas de las bárbaras fueron arrestadas las manifestantes fueron arengadas para marchar contra la estación de policía donde se encontraban sus camaradas. Allí exigieron la liberación de la » juliganas» además de prenderle fuego al local sin que los gendarmes lo impidieran.

En un ejercicio injustificado de pasividad, Rosa Icela Rodríguez, secretaria de gobierno de Ciudad de México, dijo lo siguiente en entrevista para MILENIO: “No vamos a caer en provocaciones”.

Así que «No dejarse provocar», y «abrir carpetas de investigación» es el eufemismo con el que las autoridades permitirán el vandalismo feminista pobre ciudadanía un mal que como tantos otros les ha llegado del norte sin que, salvo raras excepciones el famoso nacionalismo mexicano diga ni esta boca es mía.

Una ecologista como máxima responsable del caos

A propósito de todo este acontecimiento, me parece muy atinado el articulo titulado La primera infiltrada es Claudia Sheinbaum; debe ser removida, que publica en su blog https://periodismosincompromisos.wordpress.co Jorge Santa Cruz. Aquí se le canta las cuarentas a la jefa de gobierno (yo diría desgobierno) Claudia Sheinbaum a la que se clasifica de persona a la que le tienen sin cuidado los valores patrios mexicanos. Estaríamos en presencia de una sionista globalista y sacerdotisa de la doctrina disolvente de George Soros, obsesionada con la dictadura de género, con la despenalización de drogas y con la persecución al catolicismo. El periodista atribuye al feminismo radical, anarquista y anticatólico de la funcionaria la promoción y permisión de los actos de vandalismo y de terrorismo urbanos que terminaron en el destrozo en la sede de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México y en la estación Florencia de la Secretaría de Protección Ciudadana, en la estación Insurgentes del Metrobús y en la Columna de la Independencia.

Podemos agregar como detalle curioso que Claudia Sheinbaum Pardo nació en una familia judía secular el 24 de junio de 1962 en esta misma Ciudad de México que hoy destrizan sus camaradas feministas abuelos procedían de Lituania y Bulgaria.

Estudió física en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), graduándose en 1989 de licenciatura con una tesis sobre la termodinámica de las estufas de leña Mas tarde, en 1994 hizo una maestría sobre la economía del uso eficiente de la energía eléctrica en la iluminación. Completó el trabajo para su tesis doctoral en el Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley con una beca de la UNAM. Luego terminaría el Programa de Estudios Avanzados en Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente en el Centro de Estudios Demográficos, Urbanos y el Programa de Estudios Avanzados en Desarrollo Sostenible en El Colegio de México, lo cual la convierte en miembro (acaso “miembro”) del Sistema Nacional de Investigadores y de la Academia Mexicana de Ciencias. Así mismo se desempeñaría como asesora de la Comisión Nacional para el Ahorro de Energía y la Gestión de Estudios Económicos de la Comisión Federal de Electricidad.

En 2007, se unió al Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas en el campo de la energía y la industria, como autora sobre el tema «Mitigación del cambio climático» para el Cuarto Informe de Evaluación del IPCC, grupo recibiría un Premio Nobel de la Paz. Evidentemente la “científica” trabaja en la cuerda anti-crecimiento industrial y poblacional sostenida teóricamente por los maltusianos del club de Roma, convertidos en los auténticos ideólogos de la ONU para los temas de desarrollo y población, sembrado allí una un modo de «pensar» anti humanista cuya expresión más contemporánea en se encarna en el mito de que nuestras industrias serían las responsables de ese calentamiento global que acontece cíclicamente desde que la tierra es tierra. De su vida política podemos decir que la Sheinbaum se desempeñó como Secretaria del Medio Ambiente de la Ciudad de México durante el mandato en que Andrés Manuel López Obrador hacía de las suyas como alcalde.

Será gobernadora del distrito administrativo de Tlalpan de 2015 a 2017. elegida alcaldesa el 1 de julio de 2018 como parte de la coalición Juntos Haremos Historia. Mucho cuidar del medio ambiente, pero durante la campaña a la Sheinbaum se le acuso por el colapso de una escuela primaria que mató a 19 niños en un terremoto.

 

 

Aun así, esa agencia de propaganda al servicio de Imperio Británico que es la BBC las considera una de las 100 mujeres más importantes en el siglo XXI. Sin duda lo es y lo será aún más en la misión destrozar los valores tradicionales mexicanos.

Esta genio del mal es una de los personajes políticos que con los que se codea y aúpa, el nuevo jefe mexicano Manuel López Obrador. Solo resta decir dime con quien andas y te diré quien eres.

Ernesto Castro versus Gustavo Bueno y sus discípulos. Nota crítica

16 Ago

El joven filósofo Ernesto Castro acaba de publicar un video donde ajusta cuentas con los seguidores de su compatriota ya fallecido el filósofo Gustavo Bueno, un pensador al que en su momento se halló algo cercano.

El material es de agradecer pues nos adelanta un conocimiento importante sobre este “movimiento” que nos ayuda a comprenderlo mejor y que no se capta cada vez que escuchamos las charlas de sus miembros, por demás interesantísimas, en el canal de la Fundación Bueno.

La crítica es atinada, saca a flote todas las contradicciones e inconsecuencias del Buenismo tanto desde su aspecto institucional como teórico. Pero lo mismo no podría decirse ni de los puntos de partida ni conclusiones en tanto se convierta en una defensa por carambola de aquellos males que los buenistas han atacado con toda razón, aunque quizás no siempre con las mejores armas, es decir las fuerzas centrífugas que entre otras cosas disuelven la identidad de lo español.

En este sentido Castro, con toda su sapiencia y conocimiento se comporta como un españolito más al servicio de los enemigos de esa España que dice amar y que desde el punto de vista filosófico, y a pesar de sus fundamentalismos y errores nadie defiende más encarnizadamente que los discípulos de Gustavo Bueno. Atacar a este último bastión de la españolidad puede ser algo más que un necesario ejercicio de critica filosófica: un favor a las fuerzas políticas e instituciones incordiadas por el incómodo reducto académico, en particular esa universidad española en la que Ernesto Castro tiene su empleo y que no deja de estar bajo el fuego graneado de un emblemático buenista como es, el también profesor universitario, Jesús G. Maestro, nunca mejor apellidado.

Movido por estas valoraciones he querido dejar una nota algo crítica a Castro, bajo su ensayo audiovisual, es la siguiente:

Muy atinado, Ernesto Castro. al reconocer la continuidad del independentismo americano en el vasco y catalán, por lo visto los buenistas cayeron en la trampa de aceptar el mito fundacional de las pseudo naciones americanas, quizás para ganar espacio en sus instituciones, como hicieron incluso con la dictadura cubana, una de cuyas universidades organizó un seminario con los buenistas.

Otra cosa es que la vocación de unidad hispana se reduzca a una utopía, la utopía es llamar naciones donde en realidad hubo una continuidad económico cultural. Espero que le hagas una crítica tan contundente a los feminismos e independentismos, como la que has hecho, con toda la necesidad y justificación del mundo, a la escuela de Gustavo Bueno.

Por último no subestimes tanto a España como para que los anglosajones no quieran reducirla a polvo, ser la cuna de la segunda lengua del mundo es razón suficiente, aunque la importancia política de los hispano ibéricos, como la de sus fragmentados y enfrentados entre si hermanos hispanoamericanos se haya parezca convertida en nada.

Las guerras indias en Norteamérica: aliados de unos blancos y enemigos de otros

12 Ago

Uno de los libros que me acompaño en la infancia fue El último mohicano, una novela histórica del autor estadounidense James Fenimore Cooper, publicada por vez primera en febrero de 1826. La mía era la versión publicada en Cuba por La Editora Juvenil en 1966, se trataba de una adaptación para chicos de doce años, donde se respetaba lo esencial de la trama, quizas como mayor apego a la misma que lo que se a visto en algunas películas. La historia se desarrolla en el año 1757 en  plena guerra de los Siete Años, cuando Francia y España de un lado y Gran Bretaña del otro combatieron por el dominio de las colonias de Norteamérica y el Caribe, aquella en la que los brianicos lograron hacerse de media Cuba para luego cambiarla por la Península de La Florida.

Una de las figuras destacadas en el libro está inspirada en el personaje real de Uncas ( c. 1588— c. 1683) un líder de los Mohegans aliado de los ingleses en Norteamérica en su lucha contra otras tribus indias que combatieron del lado francés. Por supuesto del Mohicano real queda poco en la ficción, su figura  ha sido muy caricaturizado en especialmente el las versiones filmicas de la novela.

Fue gracias a esta obra literaria que quedé muy interesado en el modo en que los europeos,  en medio de sus conflictos internos se aliaron con diversas tribus nativas americanas a la hora de enfrentarse región. Una historia que por lo mucho que nos atañe deberíamos estudiar mejos los hispanoamericanos.

El asunto se a activado en mi memoria gracias a un artículo que aborda el periodo histórico inmediatamente posterior, se titula «El levantamiento indio cambió a Norteamérica para siempre”, y trata del indio Pontiac de Ottawa que logró unir en torno a su ira a las contra los colonizadores británicos. Usaré como fuente este articulo para compartir con el lector un capítulo poco conocido de nuestra historia americana, la de las guerras entre ingleses e indígenas tras la claudicación borbónica en parte de sus territorios de Norteamérica. El autor del artículo es Bjørn Arnfred Bojesen y fue publicado el 10 de enero de 2018 en la revista sueca “Historia del Mundo”

Según este trabajo la guerra entre los británicos y los nativos americanos quedó sellada desde que el general Jeffery Amherst capturó las posesiones francesas en América del Norte en 1760 durante la llamada Guerra de los Siete Años.

Había llegado a su fin para la colonia de 200 años de Nueva Francia y también para las relaciones amistosas con los indios. A diferencia de los británicos, los franceses habían sido pocos y totalmente dependientes de una buena relación con los indios; habían fomentado la amistad con los nativos a través de regalos en forma de tabaco y armas. La alianza era tan fuerte que la mayoría de las tribus de la zona incluso habían luchado junto a sus «hermanos» franceses durante la Guerra de los Siete Años.

Todo cambió cuando los nuevos colonizadores, los británicos comenzado a penetrar los terrenos de caza indígenas en grandes hordas, esto sumado a la abolición de los hábitos franceses de darles regalos generó que de repente, varias tribus se quedaran sin las municiones vitales para cazar.

La paz que trajo la guerra

En febrero de 1763, Francia y Gran Bretaña habían formalmente hecho las paces, para gran disgusto de muchos indios. Uno de los más decepcionados fue el carismático y táctico jefe de Ottawa, Pontiac. Quien sintió que él y sus humanos deberían continuar la guerra Para ello convocó a las diferentes tribus en un consejo cerca de Fort Detroit. Así, con el apoyo de la mayoría de los participantes decidió atacar el fuerte en la pequeña ciudad de colonos. Todo sería mediante una estratagema.

Pontiac anunció al Mayor Henry Gladwin en Fort Detroit, que le visitaría acompañado de 50 guerreros ottawa con el objetivo de expresar su amistad a los británicos para quienes harían un baile ceremonial. Sin dudarlo, Gladwin los dejó entrar. Mientras algunos indios bailaban, un pequeño grupo de guerreros estudiar las debilidades de la fortaleza. Después del baile, Pontiac y sus hombres abandonaron la escena para prepararse para el próximo ataque sorpresa. Según el plan, dentro de unos días Pontiac iría al fuerte con el pretexto de que quería discutir algunas cosas importantes. Al mismo tiempo, 300 guerreros con armas ocultas entrarían al fuerte en pequeños grupos y se colocarían en lugares estratégicamente importantes. En una señal dada de Pontiac, los guerreros sacarían sus armas y atacarían a los británicos. Sin embargo, cuando los indios aparecieron el 7 de mayo, los británicos ya habían sido advertidos por un traidor. En cada esquina, había soldados armados v que vigilaban, y Pontiac tuvo que abandonar su plan. Sin embargo, el líder indio no se dio por vencido, regresó a Fort Detroit con sus guerreros unos días después. Pero en ese momento los británicos no corrieron riesgos. La puerta estaba cerrada y los británicos anunciaron que solo a Pontiac se le permitía entrar. Pontiac quedó humillado y enfurecido Era el momento de dejar de fingir.

El fuerte ahora quedaba oficialmente asediado y los nativos americanos también comenzaron a devastar las áreas alrededor de Fort Detroit. Las casas de todos los colonizadores británicos fueron incendiadas, asesinando a todos los que hablaran inglés, incluidos hombres mujeres y niños.

Al mismo tiempo, los “pontiacos” disparaban contra el fuerte mismo. Mientras que los hombres de Gladwin respondían al fuego. La lucha duró seis horas, y al menos cinco británicos sufrieron heridas graves. Los indios se dieron cuenta de que las empalizadas no podían ser destruidas con balas de rifle, por lo tanto, Pontiac acordó discutir los términos de un armisticio con el Mayor Gladwin.

A petición de Pontiac, un capitán llamado Donald Campbell se inscribió como mediador, pero tan pronto como salió por la puerta fue tomado como rehén. Las negociaciones se rompieron. La noticia de la guerra se extendió entre los nativos, al parecer mas rápidamente que entre los propios blancos. Las tribus indias se enviaron un llamado simbólico para unirse a la alianza de pueblos ampliamente separados que sólo tenían una cosa en común: su odio ardiente hacia los nuevos gobernantes coloniales, los británicos.

Gracias a la lentitud en que por entonces se transmitía la información, un truco parecido al intentado por Pontiac funcionaría poco después. Fue en el caso de Fort Michilimackinac de la en la Norteamérica británica. Allí el Capitán George Etherington no se había preocupado demasionado al ver a los indios semidesnudos corriendo tras una pelota junto del fuerte.

Estaban en junio de 1763, y al capitán no le importaron mucho los rumores que había escuchado sobre un levantamiento indio. Los indios Ojibwa y Sauk habían venido a jugar a la pelota con algún tipo de raquetas largas y la puerta del fuerte se había abierto mientras que los 35 casacas rojas de Etherington se distraían mirando. Allí también estaban las mujeres tribales sentadas y envueltas en mantas siguiendo el partido. De pronto las nativas americanas, arrojaron sus mantas, revelando todo un arsenal de tomahawker y lanzas cortas, que permitieron a los guerreros hacerse de la fortaleza  y  eliminar a 17 de sus guardianes,  mientas que Etherington y el resto de sus hombres eran capturados.

Así gracias a una pelota los indios habían conquistado un fuerte entero y al menos 50 barriles balas para la guerra sobre de cuya existencia, ya le quedarían dudas al desdichado de Etherington.

En esos momento el comandante en jefe en América del Ejército británico, Jeffrey Amherst, primer barón de Amherst. Este general Amherst no supo del del ataque de Detroit hasta que la pequeña tribu Huron capturó el pequeño Fort Sandusky junto al lago Erie. Quince soldados que fueron enviados para su rescate terminaron asesinados y descuartizados, luego de lo cual se incendió la fortaleza de troncos.

En Fort Saint Joseph, lo guerreros de Potawatami mataron unos 15 británicos, mientras que los nueve soldados de Fort Miami eran capturados. En el último fuerte, fue la amante nativa de un teniente quien lo persuadió a los al oficial quien lo persuadió para que dejara entrar a los visitantes, que tomarían la plaza

En Fort Venango, un grupo de guerreros Séneca mató a toda la guarnición, excepto a un solo oficial. Mientras los vencedores se preparaban para torturarlo, el oficial se vio obligado a escribir una carta de queja al rey inglés. La carta expresaba, entre otras cosas, la ira de los indios por los altos precios de las municiones. Después de tres días de tormento, el oficial capturado murió.

Los soldados en la guarnición de Fort Presque Isle no capitularon hasta que los 250 indios de varias tribus que le asediaban les garantizaron la libertad. Los 30 militares abandonaron su fuerte con gran confianza, para ser capturados de inmediato.


Los ingleses desatan la guerra biológica

En su cuartel general en Nueva York, el general Amherst se vio obligado a admitir que la situación ahora estaba fuera de control. Le preocupaba especialmente que la lucha ya no se limitara a la antigua Nueva Francia: las tribus de Shawnee y Delaware incluso habían comenzado a saquear y asesinar en la colonia de Pensilvania. Por lo tanto, ordenó al coronel Bouquet que reuniera unos 500 casacas rojas y se dirigiera a la colonia de Fort Pitt para rescatarlas.

En medio de tan desesperada situación Amherst tuvo una idea brutal.»¿No sería posible propagar la viruela entre las tribus hostiles de los nativos americanos?», escribía en una carta al coronel Bouquet a fines de junio. Precisamente a principios de ese mes, una epidemia de viruela devastó a los soldados de Fort Pitt. El capitán de la guarnición, Simeon Ecuyer, decidió aprovechar la situación y cuando dos jefes indígenas vinieron a negociar, Ecuyer les obsequió dos mantas y una bufanda infectada con el virus de la viruela. No pasó mucho tiempo antes de que el virus comenzara sus estragos mortales entre los indios.

Cambia la situación

Para julio de 1763, Pontiac y sus aliados habían capturado ocho fortalezas británicas y habían ejecutado a cientos de colonizadores y comerciantes ambulantes. Sin embargo, los refuerzos del general Amherst estaban en camino, mientas que los indios sufrían una escasez de municiones y del conocimiento militar táctico, que necesitaba para derrotar al resto de las guarniciones cada vez más fuertes.

Por ejemplo, el coronel Bouquet llegó a Fort Pitt en agosto. En la batalla de Bushy Run, sus soldados derrotaron a una fuerza india y liberaron el fuerte.
Fort Niagara también resistió el asedio tribal, a pesar del hecho de que 72 soldados británicos fueron literalmente cortados en pequeños pedazos al lado del fuerte en septiembre.

En Fort Detroit, la lucha fue la más dura. Ya en mayo, los hombres de Pontiac habían matado a 96 soldados que cruzaron el lago Erie para ayudar al fuerte, y en julio los indios habían matado a 20 soldados emboscados en un puente.
Sin embargo, la mayoría de los refuerzos británicos llegaron y el Mayor Gladwin pudo contraatacar. En uno de los enfrentamientos, un sobrino de uno de los jefes fue asesinado y el jefe fue vengado al matar al rehén: el capitán Campbell. Al final, los indios ya no pudieron mantener el asedio. La munición se estaba acabando y varios refuerzos británicos estaban en camino.

A finales de octubre de 1763, Pontiac hizo las paces con los británicos. Se levantó el asedio, y Pontiac y su grupo se dirigieron al sur para prepararse para la caza de invierno de este año.

Sin embargo, la guerra no terminó con la paz firmada por Pontiac. Los indios de Pennsylvania continuaron la lucha y el general Amherst sera enviado a casa por su ineficacia en la contención de la guerra. Su sucesor, Thomas Gage, tuvo mayor éxito y obligó a los indios a la mesa de negociaciones.

El 7 de septiembre de 1764, un gran número de tribus en los territorios británicos sin ser derrotadas aceptaron la oferta de paz. Con los tratados de paz, los británicos se vieron obligados a renunciar a la política impopular de Amherst.

Saco de esta historia dos conclusiones. La primera es lo lamentable para la historia futura del continente que resulto falta de capacidad que tuvieron la Francia y España dominada una misma familia real, la de los Borbones, para explotar los siglos de alianza con los pueblos de la región en la lucha contra su competidor el imperio británico. Cuan distintos habrían sido los destinos de una américa latina (incluida en ella el norte del continente) si aquellos guerreros hubiesen contado con el respaldo logístico de de franceses y españoles.

Por otra parte se pone en envidecia tragedia que sobrevendrá tras la independencia de las trece colonias para aquellas comunidades indígenas que de alguna manera había sido capaces de negociar con ese mismo imperio. Y es que los muy avanzados y democráticos “patriotas” apenas tomen el poder ya no se andarán con chiquitas en lo que a los nativos se trata. Establecerán frente a ellos una política de limpieza étnica sin paralelos en la historia colonial norteamericana, ni siquiera bajo el poder poco condescendiente, si se le compara con la dominación de España e incluso la de Francia, de la monarquía británica.

México se encamina a la impunidad feticida

6 Ago

En México solo se permite el aborto libre, allí donde Amlo fue cacique por años, en su capital. Otra cosa es que en el resto de país existan leyes que permiten la interrupción del embarazo en caso de violación, esto no siempre es fácil ya que también hay leyes locales que protegen la vida desde la concepción, sin embargo, estas acaban de recibir una dura puñalada por la espalda.

La Suprema Corte de Justicia del país avaló ayer que una mujer pueda interrumpir su embarazo si declara que fue violada. Ya no tendría necesidad de haber presentado una denuncia por el presunto aborto. Así, de acuerdo con el máximo tribunal la implicada sólo se necesitará presentar un escrito en la que declare bajo juramento decir verdad”. Si fueran niñas menores de 12 años será necesaria la firma de uno de los padres o un tutor. Para como de facilidades el personal de salud implicado en el acto no se verá obligado a verificar lo que dice la abortera.

Cualquier cosa se puede esperarse de un régimen comprado por Trump para que haga el papel de guardia fronterizo mucho más abajo del muro en construcción, en la frontera sur de México. Por ejemplo, que desate un genocidio aún mayor que el provocado por el choque cultural entre europeos y nativos americanos.

Así, bajo el mismo gobierno que tanto criticaba a España y al Papa por los crímenes de la conquista, en realidad muchos involuntarios como los que se desprenden de la falta de defensa antes nuevas enfermedades, vemos que se aprueba una ley falaz que permitirá a cualquier madre ejecutar mediante aborto al hijo que lleva en sus entrañas con solo jurar que fue concebido durante una violación, aunque de hecho lo procreara gozando de manera voluntaria con su marido en casa o el amante en la misma cama. Y después tratamos de barbaron quienes en la antigüedad sacrificaban humanos a los dioses. Para aquellos queda la atenuante de no saber lo que hacían. Para nosotros ni no quedará ni eso cuando desde el futuro se juzgue la manera en que, fanatizados por las leyes del mercado y su amo el mercado entregamos voluntaria ofrecimos nuestros propios hijos al Moloc maltusiano.