Suecia pone las barbas en remojo: sobre el abuso infantil con niños del Estado

11 Feb

María Larsson, Ministra de Ancianidad e Infancia de Suecia, recibe un informe con recomendaciones para disminuir los abusos que sufren los niños internados en casas de acogida.

Por un más nítido, el control de los hogares-familia y los hogares de acogida«, así mas o menos se titula el artículo que ha aparecido hoy en el periódico Dagens Nyheter, con amplio eco en otros medios de comunicación suecos, su autor es Hakan Cedar, comisionado especial del Estado para la investigación de la custodia forzada de niños y jóvenes.

Parecería que ahora, que el Comité de Derechos del Niño de las Naciones Unidas está criticado al Vaticano por no actuar decisivamente contra el abuso de menores, el Estado sueco quiere poner las barbas en remojo, viendo como arden las de la iglesia Católica.

El artículo, si bien hace una apología a la transferencia al estado de la custodia de determinados niños, se reconoce que una vez realizado, el cambio las condiciones de estos menores resultan inaceptables.

Este mismo martes el comisionado habrá de entregar un plan de medidas a la Ministra de Ancianidad e Infancia, Maria Larsson, encaminada a fortalecer el cuidado y la protección de los niños en las llamadas casas de familia, y casas de acogidas
Una de las propuestas es la de que estos centros sean evaluados en dos pasos.

En el primer paso se tendrá en cuenta la aptitud general de la vivienda investigada, las características personales de salud y condiciones sociales y capacidad de proporcionar el cuidado y la educación que coloca a los niños necesitados que tengan padres adoptivos. En caso de sospecha se hará también un chequeo con la agencia Nacional de Policía y los registros de antecedentes penales.

En el siguiente paso – antes de una colocación – deberá evaluar si la casa puede responder a las necesidades específicas del niño.

En el artículo se afirma que un problema puede ser el de que una misma casa de acogida, reciba demasiados niños. Por eso propone que se haga una notificación a las autoridad de control cuando se coloque a un niño en un hogar donde se ya existan otros tres niños o jóvenes.

Con la normativa actual, reconoce el investigador, existe un riesgo particular debido a la falta de transparencia en las viviendas de emergencia, ya que estas, suelen ser contratados por varios municipios diferentes y no se mantiene ningún contacto cercano con un trabajador social. Habrá que llamar a los hogares que no son investigadas por cualquier municipio. Por ello propone que cada municipio que tengan la intención de incorporar hogares de acogida particulares, deba investigarlos primeros antes de dar su consentimiento. Este consentimiento debe ser revisado cada año, lo que contribuiría a la transparencia de estos tipos de hogares, así como a que el contacto entre las autoridades sociales y el hogar se fortalezcan.

En el trabajo se cita caso, tratado recientemente por la prensa sueca, de hermanitas, de cuatro y seis años respectivamente que fuero abusadas sexualmente según despues de ser internadas en una hogar de acogida de emergencia que llevaba funcionando hacía 30 años. Según el canal televisivo TV4, que en el día de hoy se hacía eco de este artículo, el culpale al que llaman «padre de acogida» fue condenado a 8 años de cárcel. Los servicios de esta, llamémosle «casa de los horrores» eran contratados por siete municipios diferentes y lo que generaba la entrada contínua de un gran número de niños.

Una propuestas, es la de introducir un requisito obligatorio de capacitación para la finalización de la formación básica de los hogares adoptivos prospectivos y padres adoptivos de emergencia.

Así mismo, se llama a un mejor control de los «consejeros» privados que trabajan en las llamadas casas de familia y hogares de acogida, por lo que se propone que las actividades de esta naturaleza se lleven a cabo sólo con la autorización de la autoridad supervisora de Inspección para el Cuidado de la Salud ( IVO ).

Otro problema existente, es el de la dificultad que tienen las autoridades para reclutar hogares de acogida. De ahí la necesidad de una campaña de información integral dirigida a la opinión pública con el fin de aumentar el interés en estos hogares.

Por último estaría la proposición, es la de crear un centro nacional de crianza, una de cuyas tareas sería la de recoger, organizar y difundir el conocimiento sobre el cuidado de los niños. El Centro sería financiado por el presupuesto estatal.
Estoy seguro de que si se toman en cuenta las propuestas de Hakan Cedar mejorará un tanto la situación de estos pobres niños, sin embargo, no creo que la solución verdadera del problema esté en ellas. Si el Estado Sueco no puede controlar la carga de niños que se hecha en encima, esto se debe, a mi entender, a que requisa demasiado, por una lado deberían revisar unas leyes que retira la protección de los niños de aquellos que con todos los defectos que puedan tener como padres, los aman por sobre todas las cosas, y frenar la entrega de estos mismos pequeños a personas y organizaciones difíciles de controlar, movida en la mayoría de los caso por el dinero que pueda representar el cuidado de estos pequeños, en resumen, comprendiendo que el amor paterno y materno no es un oficio y que salvo en rarísimos casos, es con sus padres, con quien mejor pueden estar los niños.

Para terminar considero debería aplicarse la contundencia que que se usan contra los presuntos malos padres, con respecto a los funcionarios irresponsables que no supieron prever el maltrato de los niños adoptados por el Estado, si por cada niño maltrarados, esto personajes pagaran con su puesto, su salario o la cárcel, estoy seguro que se cuidarían mucho de colocar a un pequeño a expensas de cualquier aberrado. Por supuesto para ello se necesita mucha mas transparencia y sobre todo la capacidad de asumir responsabilidades a las que no siempre está acostumbrada la rancia burocracia sueca.

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