Por una prensa opositora y algo más. Comentando una entrada del blogg de Eduardo del Llano

1 Oct

Periódico opositor cubano financiado por la democracia cristiana sueca, tolerado pero no autorizado por el Estado cubano.

Dice en BAJO LA PRENSA Eduardo del Llano, que los medios de las isla siguen ofreciéndonos una Cuba disfrazada. Es verdad, y desde allí, Cuba, no desde Estados Unidos o Europa, propone con toda seriedad el humorista, el espacio de una prensa opositora, como necesidad.

Valiente propuesta la que hace en su blogg el realizador cubano, sobretodo por exponerla desde donde la propone; sin lugar a dudas hay que luchar por ella, incluso sabiendo que donde existe la «prensa libre», concretamente en Estados Unidos o Europa, ésta, al final termina plegada a los intereses del Estado, mirad cuanto nos hemos enterado de los pormenores de la guerra en Afganistán.

Ocurre, que todo aparato estatal guarda sus propios intereses, que no son, por más que nos cuenten del pacto fundamental, los mismos del ciudadano; ellos van mas allá o se encubren con los que, en tiempo electoral, enarbolan en sus programas los partidos de oposición o en el gobierno; al final lo mismos son parte del teatro con el que se entretiene al supuesto soberano.

Todo lo puede el estado, aunque sólo se vea claro del modo llamado «totalitario», le sobran recursos, como por ejemplo constituir la mayor fuente de pagos por esa publicidad que es de lo que viven los medios en las sociedades de mercado. Estamos arreglados.

Por eso, siendo aparentemente otra, su lógica económica, si se escuchara en Cuba lo que dice Eduardo, ese país tendría la posibilidad de darle una lección al mundo en el asunto de la libertad de expresión e información, sobre todo, si se logra que ésta se ejerza con profesionalidad y responsabilidad ética, que son los mejores antídotos contra la propaganda engañosa, la difamación, el bulo, la bola o el absurdo.

Lamentablemente le falta voluntad y vocación de utopía a quienes manejan, «el cotarro» en la isla para llevar esto a la práctica y es que al final los de adentro y los de afuera son los mismos, por eso se cuidan mutuamente los fondillos. Sino me cree, pregúntele a Rajoy y a su PP.

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