Descubriendo la mazmorra de Carl Michael Bellman en el Centro Multicultural

Bajo los simientos de uno de los edificios que hoy pertenecen al actual Centro Multicultural de Fitjja, se ecuentran varias celdas como esta, que bien pudo haber sido aquella donde guardaran al escritor Carl Michael Bellman en espera de juicio. Foto: Carlos M. Estefanía

Ya hecho referencia en este blog a Carl Michael Bellman,, hablo de aquel trovador, con mas alma latina que sueca, del siglo XVI, medio granuja y vividor no salía de sus deudas y que por tanto en más de una ocasión tuvo que dar con sus huesos a la cárcel.

Busto de Carl Michael Bellman hecho por el artista Johann Byström, La obra se necuentra en Bellmansro, Djurgården, Estocolmo. esta Foto, la unica que no es mía de cuantas acompañan la entrada, ha sido tomada por Udo Schröter.

Lo que no sabía yo es que a pocos metros de mi casa, en uno de los edificios antiguos que hoy pertenecen al Centro Multircultural en Fittjagrård, se encontraban varias celdas,  en una de las cuales, estuvo recluido el escritor, esperando por un jucio, que tendría lugar en la segunda planta del edificio, donde por entonces funcionaba un tribunal.

He sabido de todo ello el 8 de junio de 2013,  al pasar camino del gimnasio,  por el Centro Multicultural, el que tenía preparada una una casa abierta, ademas de mas un taller de «pintura-Yoga» para los niños en el parqueo que circundan sus locales. La actividad estaba asociada con una gran feria que todos los años se organiza por estos lares y de la que hablaré más adelante.

El personal de la isntitución tuvo la gentileza de mostrarme uno de sus inmuebles, antaño residencia de los antiguos dueños de estas tierras, donde incluso había una importante cantera, una casa de cerca de 200 años, donde han montado una curiosaexposición sobre la historia de Fittja y sus pobladores.

 

Luego, pude entrar en los sótanos del edificio de enfrente y ver las mazmorras donde guardaron durante varios días al desafortunado Bellman y donde, según contó el poeta, pudo mantener a raya con la luz de una verla, al menos por unos minutos a los mosquitos y alimañas, que le acosaban. La verdad que solo de entrar siente uno claustrofobia, compadezco a mi tocayo Carl por lo que allí pasó, tanto como agradezco al Centro Multicultural tan curiosa exibición así como permitirme tomar los retratos aquí he mostrado.

El uno de estos locales que ve usted arribar debió pasar varios días el desafortunado Carl Michael Bellman,