Los temerarios del hielo

6 Feb

El sábado 27 de enero de 2013 me atreví a cometer un pecado del que no podía acusarme por mas de 27 años, el de caminar sobre una superficie de agua completamente congelada, la última vez que habría hecho esta «hazaña» debió haber sido sobre la especie de piscinita que había junto a mi residencia de Estudiante de la Universidad de Lomonosov en Moscú, en la avenida Prospekt Bernadskovo 57 (si la memoria no me falla).

Esta vez lo hice bordeando, por si las moscas, un pequeño tramo de la orilla de la parte de Fittjaviken, del lago M%E4laren. La pequeña transgresión me hizo rejuvenecer, a pesar de que el riesgo era mínimo donde el fuerte frío que sentía y me hacía intuir que no habría hielo que se rajara con la que «estaba cayendo». El suelo estaba cubierto de nieve y lo menos que podría sospecharse es que bajo mis pies existiera algo deferente a una ancha llanura. Por ello, como prueba de mi «bravura» le tomé de cerca una foto a un yate anclado en medio de este terreno así como al atracadero con una perspectiva desde el interior del lago.

atracadero
boentenevado

Pasó la semana y subió la temperatura, desapareció la nieve pero permaneció el hielo con ese atractivo tan especial que guarda para los que venimos del trópico. Estaba paseando el domingo 3 de febrero por la zona contigua a Fittjaviken, el lago Alby, y tuve que llevarme las manos a la cámara para retratar tanta belleza, y de paso a quienes emulando lo que yo había hecho la semana anterior cruzaban el lago como Pedro por su casa.

Sin embargo esta vez no me presté para el juego, auque no soy nativo algo me dijo al oído que sería peligro.

Efectivamente, al otro día leí en el periódico que tres personas habían atravesado el hielo y no precisamente de manera horizontal, sino vertical, entre ellas, una mujer accidentada ese mismo domingo precisamente en el Mälaren, por la zona de Ekerö la mujer tuvo que ser llevada en la ambulancia al Hospital Universitario Karolinska de Solna y allí estaba en condiciones graves. También ese día otra persona tuvo que ser rescatada hielo en helicóptero de un agujero de hielo el puente en Sigtuna en Erikssund.

En resumen que como diría mi abuelita «el horno no estaba para rosquitas» ese domingo y de algún modos los alegres paseantes o pescantes, pues vi. algunos sentados que no podrían hacer otra cosa que pescar, se la estaban «jugando» de verdad.

Esto supongo le porte un valor adicional a las fotos que les he tomado. Aquí se las dejos a ver a usted que le parecen.


Esto supongo le porte un valor adicional a las fotos que les he tomado. Aquí se las dejos a ver a usted que le parecen.

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